El ex jefe del cártel del Golfo y fundador de Los Zetas, Osiel Cárdenas, ha sido entregado al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos ICE después de completar su condena por narcotráfico en la prisión de Terre Haute, Indiana. Sin embargo, su futuro permanece incierto, ya que se enfrenta a un procesamiento adicional por parte de las autoridades migratorias estadounidenses.
Cárdenas, quien fue transferido a la custodia del ICE por la puerta de personal de la prisión, permanecerá indefinidamente en Estados Unidos mientras se determina su estatus. Según una fuente de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional HSI, oficiales de cumplimiento de la ley y operaciones de remoción del Servicio de Migración y Control de Aduanas tomaron custodia de Cárdenas en la penitenciaría de Terre Haute el pasado miércoles por la mañana.
Aunque no se ha confirmado si la Fiscalía General de la República FGR solicitó la repatriación de Cárdenas o si hay un proceso de deportación en curso por parte del gobierno de Estados Unidos, se espera que las autoridades migratorias estadounidenses entreguen al capo a las autoridades mexicanas el próximo lunes.
Mientras tanto, el narcotraficante mexicano se declaró culpable en 2009 de cinco cargos por tráfico de cocaína y marihuana, lavado de dinero y amenazas contra agentes de seguridad de Estados Unidos. Cárdenas, quien fue sentenciado a 25 años de prisión, fue liberado el 30 de agosto gracias a un acuerdo de culpabilidad y al tiempo cumplido en México después de su arresto en 2003 y posterior extradición a Estados Unidos.
Por otro lado, la región de Tierra Caliente en Michoacán ha experimentado recientemente una ola de violencia, con bloqueos carreteros, enfrentamientos armados y ataques con explosivos en los municipios de Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec. Sin embargo, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla aseguró que la situación está bajo control y que varios objetivos criminales han sido detenidos y puestos a disposición de la justicia.
En Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya minimizó los hechos violentos reportados la semana pasada en Culiacán, asegurando que todo está tranquilo en el estado. Sobre el caso que vincula las capturas de Ismael El Mayo Zambada y de Joaquín Guzmán López con el asesinato del ex rector de la Universidad de Sinaloa Héctor Melesio Cuén, el gobernador dijo que declarará cuando la FGR lo llame.
La historia de los culiacanazos revela una estrategia violenta del cártel de Sinaloa para generar psicosis social como mecanismo de defensa frente a los operativos del gobierno. El primer episodio significativo ocurrió en octubre de 2019, cuando las fuerzas federales ubicaron y detuvieron a Ovidio, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, en el exclusivo fraccionamiento Tres Ríos, en Culiacán. El evento, inicialmente denominado jueves negro, adquirió el nombre de culiacanazo, debido a la violenta respuesta del cártel, que incluyó narcobloqueos, incendio de vehículos y otras tácticas para sembrar caos y forzar la liberación de Ovidio.