La diputada federal del PRI, Blanca Alcalá Ruiz, junto a su chofer y otros individuos, fueron retenidos contra su voluntad durante varias horas en la autopista México-Puebla. Un grupo armado los interceptó después de aplanarles las llantas y los obligó a detenerse en la zona de Chalco, Estado de México. Los delincuentes amenazaron a la diputada y a su conductor antes de trasladarlos a un terreno baldío donde se encontraban otras víctimas.
Los maleantes despojaron a Blanca Alcalá y a sus acompañantes de dinero, artículos valiosos y obtuvieron información de sus tarjetas bancarias. También tomaron contactos de sus familiares y exigieron dinero a cambio de su liberación. Tras darse cuenta de que la diputada era una figura pública, los criminales la liberaron junto a su chofer, advirtiéndoles de consecuencias si volvían a cruzarse con ellos.
Afortunadamente, ninguno de los dos resultó herido, pero se desconoce el monto de lo robado. Blanca Alcalá presentó una denuncia ante las autoridades ministeriales para que investiguen el incidente y determinen la identidad de los asaltantes.
El PRI ha solicitado a las autoridades que refuercen la seguridad en la autopista México-Puebla, ya que se ha convertido en un punto crítico para la seguridad de los ciudadanos. El partido político ha mostrado su solidaridad con la diputada y su colaborador, quienes fueron privados de su libertad durante aproximadamente 7 horas.
En resumen, la inseguridad sigue siendo un problema grave en México, y los políticos no están exentos de ser víctimas de delitos violentos. Es fundamental que las autoridades tomen medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y frenar la ola de delincuencia que azota al país.