Se ha informado que Hizbulá, el movimiento de resistencia libanés, ha atacado la base militar israelí de Glilot, ubicada a 110 kilómetros del Líbano. Hassan Nasrala, el secretario general de Hizbulá, declaró a la cadena de televisión Al-Manar que Glilot fue el objetivo principal del ataque del domingo debido a su proximidad a Tel Aviv.
Según Nasrala, Hizbulá lanzó 300 misiles contra el norte de Israel para distraer los sistemas de defensa antiaérea de los drones que se dirigían hacia Glilot. Nasrala también afirmó que la mayoría de los vehículos aéreos no tripulados alcanzaron sus objetivos.
Por otro lado, la portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Anna Ukólova, declaró a Sputnik que ninguno de los misiles o drones lanzados por Hizbulá alcanzó la base de Glilot. Según Ukólova, la mayoría de los misiles que estaban preparados para el lanzamiento fueron destruidos por aviones de combate de la Fuerza Aérea durante un ataque preventivo.
Este ataque se produce después de una serie de explosiones en el norte de Israel y de la afirmación de Hizbulá de haber lanzado alrededor de 320 proyectiles a Israel, incluidas áreas como Safed y Acre, y a 11 bases militares. Esta acción fue presentada como la primera fase de la represalia de Hizbulá por la eliminación del comandante Fuad Shukr a finales de julio, que a su vez fue una represalia israelí por el bombardeo que mató a 12 niños drusos en Israel a mediados del mismo mes.
En respuesta a este ataque, Israel llevó a cabo un ataque preventivo con más de cien aviones de combate que bombardearon más de mil lanzaderas de proyectiles de Hizbulá, según las FDI. Además, el aeropuerto internacional de Ben Gurión fue cerrado durante unas horas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel destruyó miles de misiles de corto alcance y drones, ninguno de los cuales logró su objetivo. Sin embargo, Nasrala argumentó que Israel no logró frustrar el plan de Hizbulá ya que comenzó sus ataques solo 30 minutos antes del inicio de la operación. Como resultado de los ataques israelíes después de la operación, fueron dañados solo dos lanzacohetes, cada uno de los cuales cuesta no más de 10.000 dólares, concluyó Nasrala.