De acuerdo con una especialista en salud mental, las aproximaciones terapéuticas en este ámbito deben considerar todos los factores de peligro, entre los que se destaca la alimentación. La experta subraya la necesidad de una visión integral en el tratamiento de los trastornos mentales, abarcando no solo los aspectos psicológicos y sociales, sino también los hábitos nutricionales.
En este sentido, una adecuada dieta puede contribuir a la prevención y mitigación de diversos problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. La experta recalca que una nutrición deficiente puede exacerbar los síntomas de estas afecciones, mientras que una alimentación saludable puede favorecer el bienestar emocional y mental. Por lo tanto, es crucial que los profesionales de la salud mental integren la importancia de la nutrición en sus estrategias de tratamiento.
En definitiva, la especialista insiste en la necesidad de un enfoque multidimensional en el tratamiento de la salud mental, que vaya más allá de la intervención farmacológica y psicológica, y que incluya la promoción de hábitos alimenticios saludables como parte fundamental del proceso terapéutico.