El reconocido artista de corridos tumbados, Natanael Cano, se encuentra en el ojo del huracán debido a acusaciones de soborno a las autoridades. Este escándalo surge en medio de una gira de conciertos planificada para los próximos días, lo que ha generado incertidumbre entre sus seguidores sobre la posibilidad de cancelaciones.
La polémica salió a la luz el 19 de agosto, cuando se le acusó de intentar sobornar a la policía municipal. A pesar de ser un candidato a ser arrestado, Natanael solicitó un amparo y obtuvo medidas cautelares, incluyendo la obligación de presentarse cada dos meses en un juzgado. Esto le permite cumplir con sus compromisos laborales, incluyendo sus próximos conciertos en la Ciudad de México 23 de agosto y Guadalajara 29 y 30 de agosto. Sus presentaciones en Estados Unidos han sido pospuestas hasta que se resuelva el problema legal o se levante la restricción de viajar fuera de México.
El origen del escándalo se remonta al 29 de marzo, cuando Natanael fue detenido en Hermosillo por conducir a excesiva velocidad en un vehículo Dodge Charger rojo sin placas. Se dice que el cantante intentó sobornar a los policías para evitar las consecuencias legales, pero a pesar de su oferta, continuó a alta velocidad, lo que resultó en una persecución que terminó cuando se detuvo y las autoridades decidieron no continuar persiguiéndolo.
De acuerdo con la ley mexicana, el delito de cohecho varía según el valor ofrecido por la persona. Si la cantidad no supera las 500 veces la Unidad de Medida y Actualización, la pena puede ser de tres meses a dos años de prisión y una multa de 30 a 100 días de salario mínimo. Si el monto excede esta cantidad, la pena puede ser de dos a catorce años de prisión y una multa de 100 a 150 días de salario.