Jamie Vardy, una leyenda del fútbol inglés, hizo su regreso a la Premier League después de un año y causó una sorpresa al empatar el partido del Tottenham Hotspur 1-1 con una actuación típica suya: marcando un gol, bebiendo una bebida energética y provocando al rival, en este caso al Cuti Romero.
Vardy, de 37 años, decidió quedarse en el Leicester la temporada pasada en Segunda división y con sus veinte goles aseguró el ascenso. No solo anotó el gol del empate ante el Tottenham, sino que también se marchó del campo señalándose el logo de la Premier League y recordándole al Tottenham que él ha ganado un título de liga y los Spurs, ninguno.
La imagen de Vardy, probablemente la mejor de la primera jornada, fue el resultado de un Tottenham que no pudo matar el partido, ya que los de Ange Postecoglou fueron superiores durante cincuenta minutos, pero solo pudieron anotar un gol de Pedro Porro de cabeza a centro de James Maddison.
Dominic Solanke, el fichaje más caro de este verano por 75 millones de euros, falló una oportunidad clara de gol que habría puesto el partido a dormir y el Leicester aprovechó en el minuto 58 una de sus pocas oportunidades del partido.
Vardy, al que se vio bebiendo una bebida energética en el descanso, ya había anotado su gol, el octavo de su carrera en una jornada inaugural de la Premier League. Solo Mohamed Salah, con nueve, le supera en la historia de la competición.
La nota preocupante la dejó Rodrigo Bentancur, que recibió oxígeno y se marchó en camilla después de un choque en un córner. Con este empate, el Tottenham pierde terreno desde la primera jornada con sus rivales por la Champions League, mientras que el Leicester, uno de los principales candidatos al descenso, da por bueno el punto.