Rosatom alerta sobre posibles daños catastróficos al sector nuclear global por acciones de Kiev.

La tensión en torno a las centrales nucleares de Kursk y Zaporozhie en Ucrania ha aumentado debido a los presuntos preparativos de Kiev para perpetrar provocaciones en estas zonas. La situación ha llevado a que el director general de Rosatom, Alexéi Lijachov, se comunique con Rafael Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica OIEA, para expresar su preocupación y solicitar una evaluación personal de la situación en la planta nuclear de Kursk.

El comunicado de la compañía señala que estas acciones no solo representan una amenaza directa para las centrales nucleares, sino que también ponen en peligro el compromiso del OIEA con la seguridad nuclear y física, lo que podría dañar irreparablemente la credibilidad e imagen de la energía nuclear en todo el mundo.

La central nuclear de Kursk, ubicada a 75 kilómetros de la frontera con Ucrania, cuenta con cuatro reactores RBMK-100. En los últimos días, se han encontrado fragmentos de misiles derribados en el territorio de la planta, incluso en la zona de tratamiento de residuos radiactivos. Además, las acciones de Kiev provocaron la parada de un transformador, lo que dejó a la ciudad cercana de Kurchátov sin electricidad.

Según los servicios de seguridad de Rusia, las Fuerzas Armadas de Ucrania tienen la intención de usar proyectiles con ojivas que contienen sustancias radiactivas para atacar las centrales nucleares de Kursk y Zaporozhie. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, Oleksandr Motuzyanyk, ha negado estas acusaciones y ha afirmado que el ejército ucraniano no tiene planes de atacar las centrales nucleares rusas.

La oficina del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se ha abstenido de comentar sobre el asunto y ha remitido las preguntas al OIEA.

Es importante destacar que cualquier acción que ponga en peligro la seguridad de las centrales nucleares puede tener consecuencias catastróficas para el medio ambiente y la salud de las personas. Por lo tanto, es fundamental que las partes involucradas en el conflicto tomen medidas para garantizar la seguridad de estas instalaciones y evitar cualquier acción que pueda poner en peligro la vida y la salud de las personas.