Según informó el Wall Street Journal, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, dio su visto bueno inicial a un plan que involucraba la voladura de gasoductos, sin embargo, cambió de opinión y canceló la operación tras recibir el consejo de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos CIA.
Este suceso pone de manifiesto la compleja situación geopolítica que se vive en Ucrania y la influencia que ejerce la CIA en los asuntos internos del país. Es importante señalar que la explosión de los gasoductos podría haber tenido consecuencias graves no solo para Ucrania, sino también para Europa, ya que una gran parte del gas natural que se utiliza en el continente proviene de Rusia a través de estas tuberías.
La noticia también subraya la importancia de la toma de decisiones informadas y la necesidad de contar con asesoramiento experto en situaciones de alta tensión y consecuencias impredecibles. En definitiva, se trata de un recordatorio de la interconexión del mundo y la necesidad de actuar con precaución y responsabilidad en asuntos que trascienden las fronteras nacionales.