La justicia está actualmente persiguiendo varias pistas en relación al intento de robo al Banco Macro en San Isidro. La reciente aparición de planos dentro de un túnel de 220 metros de largo ha llevado a las autoridades a preguntarse quién pudo haber proporcionado esos mapas, si un empleado bancario o un empleado municipal. Además, se ha descubierto que la banda ya había alquilado otro local para completar su plan y llevar a cabo el robo.
Han pasado ya siete días desde el descubrimiento de una barra de hierro sobresaliendo del asfalto por parte de un repartidor, quien alertó a la policía, lo que llevó al inicio de las excavaciones al día siguiente. Finalmente, el jueves pasado se impidió el intento de robo que se especulaba sería el robo del siglo. Desde entonces, la justicia ha descubierto una gran cantidad de información.
El túnel, que conectaba un taller mecánico en Chacabuco 543 con la puerta del Banco Macro en San Isidro, en la misma calle pero en el número 444, tenía una profundidad de 4,5 metros y una altura de 1,2 metros. Dentro del túnel, se encontraron planos detallados de la sucursal bancaria, los cuales permitieron a los delincuentes eludir obstáculos como cañerías de agua subterráneas. Estos planos también revelaron la ubicación de sensores antisísmicos, dispositivos diseñados para evitar boquetes como el intentado.
La justicia cree que la banda está compuesta por un gran número de individuos especializados, quienes trabajaron durante meses en la construcción del túnel. La investigación ahora se centra en cómo la banda obtuvo los planos, si fue a través de un empleado bancario o de algún funcionario gubernamental con acceso a los mismos.
La banda también alquiló un local histórico en San Isidro, el cual cerró a finales de 2022, con la intención de utilizarlo para llevar a cabo sus actividades delictivas. Sin embargo, descubrieron que las condiciones del local no eran adecuadas para sus propósitos y abandonaron el alquiler.
La investigación ha revelado que uno de los motivos por los que el túnel fue descubierto fue porque alguien dobló la punta de la barra de hierro para evitar accidentes con otros vehículos, lo que impidió a los ladrones quitarla y esconder la obra.