En el universo del espectáculo, los cambios físicos son moneda corriente, especialmente entre aquellos que han experimentado dificultades económicas o problemas con sustancias nocivas. Un ejemplo reciente es Amanda Bynes, exfigura de Nickelodeon, quien ha sorprendido a sus seguidores con su nueva apariencia.
Amanda Bynes saltó a la fama gracias a programas como El show de Amanda y Todo eso, pero su carrera se vio empañada por escándalos legales y comportamientos violentos. Además, se reveló que fue una de las víctimas de abuso sexual por parte de Dan Schneider, productor de Nickelodeon.
La actriz, de 38 años, ha publicado en su perfil de Instagram imágenes que muestran un drástico cambio en su apariencia, con cabello negro, cejas más pronunciadas, flequillo recto, labios más gruesos y un nuevo piercing en la nariz. Sus seguidores, nostálgicos de sus días en Nickelodeon, no pueden dejar de comparar su aspecto actual con el de su juventud, cuando lucía un cabello rubio, facciones delgadas y una sonrisa encantadora.
Sin embargo, el cambio físico de Amanda no es el único desafío que ha enfrentado. También ha lidiado con problemas de salud mental y consumo de drogas desde una edad temprana, incluyendo éxtasis, cocaína y MDMA. Estuvo internada en un centro de tratamiento psiquiátrico en Pasadena, California, y estuvo bajo tutela de su madre desde 2013 hasta 2022. Desde su salida del centro, su apariencia ha cambiado significativamente, y ahora se encuentra de nuevo en el ojo público por sus fotografías.