En un sorprendente giro en la investigación, Fernando Armando Albareda, de 53 años y miembro de la asociación HIJOS, fue arrestado en las últimas horas como sospechoso del asesinato de su madre, Susana Beatriz Montoya, de 74. Montoya, viuda de un policía desaparecido durante la dictadura, fue encontrada muerta en su hogar el domingo pasado, lo que llevó a la trágica noticia a difundirse a nivel nacional.
Albareda había denunciado previamente que había recibido amenazas en las que se le advertía que sería la próxima víctima. Sin embargo, el fiscal sospecha que Albareda no solo podría ser el responsable de la muerte de su madre, sino también del envío de las cartas intimidatorias.
La fiscalía confirmó la noticia y acusó a Albareda de homicidio calificado por el vínculo. Se determinó que la letra de las amenazas encontradas en la casa de Montoya coincide con las de las amenazas denunciadas por Albareda en diciembre del año pasado.
El crimen de Montoya ocurrió en una casa del barrio Ampliación Poeta Lugones, en Córdoba, donde se encontró una nota escrita que advertía: Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. La nota fue escrita por Albareda, quien fue detenido y será trasladado a la sede de la Fiscalía para declarar en los próximos días.
Además, Montoya era la esposa de Ricardo Fermín Albareda, un policía desaparecido durante la dictadura. Fernando Albareda, quien fue empleado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en Córdoba, había denunciado amenazas en diciembre de 2023, pero la investigación no logró resultados.
La investigación judicial por las amenazas de diciembre, caratulada como amenazas calificadas, quedó a cargo de la Fiscalía Distrito 4 Turno 3 de la ciudad, y no logró resultados. Las amenazas que solían llegar antes siempre las recibía yo, papelitos en el auto, notas por debajo de a puerta, llamadas a mi teléfono. Incluso a las llamadas las respondía de vez en cuando con puteadas, recordó Albareda en una entrevista que dio al diario Página 12.
En ese momento también contó que sufrió amedrentaciones durante el juicio oral en el que fueron condenados el genocida Luciano Benjamín Menéndez y los policías retirados Rodolfo Campos, Armando Cejas y Hugo Britos, todos exmiembros del D2.
Ricardo Fermín Albareda fue torturado y desaparecido durante la última dictadura cívico militar. Su caso es el único en el que la Policía reconoce un crimen de lesa humanidad, había resaltado en su momento Fernando Albareda.