La muerte de Juan Sebastián Aguilar, también conocido como Pedro Pechuga, ocurrida el miércoles en Bogotá, ha causado una tensa calma en el occidente de Boyacá, dejando a muchos sintiéndose vulnerables y preocupados por el futuro. Aguilar era el dueño de una reconocida empresa de seguridad, la cual era considerada como insuperable por sus clientes, quienes ahora se sienten desprotegidos.
Aguilar era especialista en la protección de esmeralderos, ya que tenía un profundo conocimiento del negocio y de los movimientos del gremio, gracias a su experiencia trabajando con Víctor Carranza como jefe de seguridad y hombre de confianza. Los hombres de Pedro Pechuga fueron responsables de salvar la vida de varios empresarios y líderes importantes, incluyendo a Carranza en múltiples ocasiones.
Con la ausencia de Aguilar, muchos se sienten en riesgo, especialmente aquellos que están involucrados en los dos grupos que se han formado en torno a los cortes de esmeraldas de Muzo y Quípama, y los de Maripí. Actualmente, hay patrones y ex-patrones, así como otros líderes como exalcaldes y políticos que están preocupados por lo que pueda venir después de la operación especializada que terminó con la vida de quien era el encargado de proteger a muchos.
En resumen, la muerte de Pedro Pechuga ha dejado un vacío en el mundo de la seguridad de los esmeralderos en Boyacá, y muchos se preguntan quién tomará su lugar y cómo se mantendrán a salvo en el futuro.