La calma de varios individuos que han asumido cargos públicos de relevancia en México se desvaneció el 25 de julio, al confirmarse la detención de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López en El Paso, Texas, bajo la custodia del Buró Federal de Investigaciones FBI. La captura del cofundador del Cártel de Sinaloa y su ahijado, hijo del ex socio de Zambada, Joaquín El Chapo Guzmán, ha sacudido el mundo del hampa mexicano y también la política mexicana, que ha lidiado con las consecuencias del crimen organizado durante años.
Zambada, conocido como el último jefe de la vieja guardia que nunca había estado encarcelado, será trasladado a Nueva York para ser juzgado en Brooklyn, según un reportero del New York Times. Sin embargo, su detención ha estado envuelta en misterio, ya que algunas fuentes afirman que se entregó voluntariamente, mientras que otras, como su abogado Frank Pérez, aseguran que fue llevado a Estados Unidos contra su voluntad como parte de un secuestro orquestado por Joaquín Guzmán López.
El Mayo Zambada, de 73 años y en decadente estado de salud, ha comparecido tres veces ante el Distrito Oeste de Texas desde su detención. La jueza Anne Berton ha dictaminado prisión preventiva y le ha negado la fianza a Zambada, quien ha sido acusado en el Distrito Oeste de Texas desde abril de 2012 por cargos relacionados con el narcotráfico, lavado de dinero, secuestro, posesión de armas y asesinato.
La defensa de Zambada podría buscar un acuerdo de culpabilidad para proporcionar información relevante sobre las operaciones, integrantes y líderes del Cártel de Sinaloa, así como de los funcionarios públicos con los que estableció pactos y acuerdos a cambio de protección en México. Esto se debe a que, de acuerdo con la acusación en su contra en el Distrito Este de Nueva York, el Señor del Sombrero es identificado como un importante corruptor de autoridades mexicanas.
La imputación presentada ante el Distrito Este de Nueva York en contra de Ismael Zambada García afirma que, a inicios de los 2000, El Mayo y Joaquín Guzmán Loera se asociaron para encabezar el Cártel de Sinaloa, que terminó convirtiéndose en la organización narcotraficante más grande del mundo. La estructura del Cártel de Sinaloa está integrada por miles de miembros, y El Mayo se ubicaba en la cúpula de la organización delictiva, donde se encargaba de tomar las últimas decisiones respecto a las actividades de tráfico de drogas y lavado de dinero del Cártel de Sinaloa, así como de la corrupción para preservar su imperio criminal.
El Cártel de Sinaloa utilizó la corrupción como medio y método para alcanzar los objetivos de su empresa de narcotráfico, y de El Mayo Zambada se dice que su capacidad para corromper autoridades y negociar acuerdos le permitió mantenerse prófugo durante décadas. Su corrupción llegó hasta los peldaños más altos de la política mexicana, según las declaraciones de su propio hijo y hermano.