La reciente reelección del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha generado preocupación en los gobiernos de la región, quienes temen una nueva oleada migratoria proveniente del país sudamericano. Esta alerta se debe a la difícil situación que vive Venezuela, donde, según la Agencia de la ONU para los Refugiados Acnur, 7,5 millones de personas han abandonado el país en la última década.
Un ejemplo de esta situación es José Vásquez, un venezolano de 31 años originario del estado de Táchira, fronterizo con Colombia. Vásquez, quien estudió Educación, actualmente trabaja como vendedor en un local comercial de San Cristóbal, capital de Táchira, debido a los bajos salarios de los profesores. Tras la reelección de Maduro, Vásquez se muestra decepcionado y considera irse del país, posiblemente a España, donde viven familiares directos desde hace 10 años.
La incertidumbre y el miedo a nuevos disturbios han provocado que las calles de San Cristóbal, una zona de intenso comercio, estén casi desiertas. La situación ha llevado a Vásquez y a muchos otros jóvenes a plantearse la emigración, lo que podría derivar en una fuga migratoria masiva.
El Servicio Nacional de Fronteras de Panamá ha anunciado que reforzará las medidas de seguridad en la zona, preocupado por el aumento del flujo de migrantes venezolanos que cruzan la peligrosa selva del Darién en su camino hacia Estados Unidos. En 2024, unos 200.000 migrantes han realizado esta travesía, de los cuales cerca de dos tercios eran venezolanos.
El tema de la migración venezolana es central en la campaña presidencial de Estados Unidos, especialmente para el actual presidente, Donald Trump, quien busca reforzar su discurso antiinmigrante. Por su parte, el independiente Observatorio de Investigaciones Sociales en la Frontera Odisef advierte sobre la vulnerabilidad de los migrantes que cruzan a pie, expuestos a redes de tráfico humano y organizaciones criminales.
Los países latinoamericanos con mayor número de migrantes venezolanos son Colombia, Perú, Brasil, Chile, y Ecuador. Las autoridades de estos países han expresado su preocupación por el posible aumento de la migración y han solicitado a Venezuela la divulgación de las actas de votación para verificar las denuncias de fraude de la oposición.
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