El recién designado líder de Hamás ha pasado un cuarto de siglo tras las rejas en Israel, y las autoridades de ese país lo culpan por los ataques del 7 de octubre. Pocas horas después de su nombramiento, las autoridades israelíes ya han expresado su intención de deshacerse de él rápidamente, mientras que los Estados Unidos han mostrado su esperanza de que este cambio en la cúpula de Hamás pueda allanar el camino para la reanudación de las negociaciones.
Es importante mencionar que el nombramiento de un ex recluso como máximo dirigente de Hamás podría ser interpretado como una provocación por parte de Israel, lo que podría empeorar aún más las tensas relaciones entre ambas partes. Por otro lado, la reanudación de las negociaciones sería una noticia positiva para la región, ya que podría ayudar a aliviar las tensiones y avanzar hacia una solución pacífica del conflicto. Sin embargo, dada la historia de enfrentamientos y desacuerdos entre las partes, es difícil ser optimista al respecto.