La desconexión financiera de Argentina con el mundo podría actuar como un escudo frente a los impactos negativos del reciente colapso de los mercados en Japón y EEUU. Así lo sugiere el economista argentino Martín Kalos, quien explicó que eventos como este generan un fenómeno conocido como flight to quality, en el que los inversionistas venden activos de mayor riesgo para adquirir los de menor riesgo. Cuando esto ocurre, incluso cuando la incertidumbre se origina en el propio mercado estadounidense, los inversionistas a menudo se refugian en activos de EEUU, deshaciéndose de sus tenencias financieras en países emergentes.
Kalos señaló que, a medida que el flujo de capitales hacia EEUU ayuda a moderar la propia caída estadounidense, termina por propagarse al resto del mundo, especialmente a países como Argentina. Sin embargo, Argentina podría no ser uno de los mercados más afectados por la fuga de inversionistas, simplemente porque no hay grandes capitales invertidos en activos argentinos. Esto se debe en gran parte a la crisis perpetua del país y la existencia del cepo cambiario, que restringe la compra de dólares y dificulta la salida de capitales.
El cepo, aunque dificulta hacer negocios en Argentina, también dificulta que esos negocios se vean ahora afectados por la crisis. Kalos estimó que Argentina no experimentará una salida de capitales tan drástica como podría ocurrir en otros contextos, ya que simplemente no hay tantos capitales para salir de manera tan masiva.
Sin embargo, la crisis podría afectar la competitividad de los productos argentinos en el mercado, ya que el fenómeno podría llevar a la devaluación de las monedas de socios comerciales de Argentina como Brasil. Además, el sector agroexportador podría sufrir a medida que la caída de los precios de commodities clave como la soja o el trigo afecte las expectativas de exportación y liquidación de divisas desde el campo argentino.