Una joven venezolana de 24 años llamada María no pudo asistir a su consulta de urología el 30 de julio en uno de los hospitales de Caracas. La razón fue la interrupción del transporte público, que se vio afectado por las protestas del día anterior en desaprobación de los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral CNE en Venezuela. María padece cálculos renales y vesiculares y había estado esperando esta cita desde abril, ya que la crisis del sector salud en el país ha provocado que las consultas médicas en los hospitales se prolonguen hasta seis meses. Su objetivo era obtener una segunda opinión médica, ya que la primera recomendó una intervención quirúrgica.