La reciente reelección de Nicolás Maduro en Venezuela ha desatado una ola de controversia y nuevas protestas en el país. Maduro, quien asegura haber ganado las elecciones de forma legítima con el 51% de los votos, ha remitido la disputa al Tribunal Supremo de Justicia TSJ, controlado por el oficialismo, luego de las denuncias de fraude por parte de la oposición y la comunidad internacional.
La oposición, liderada por María Corina Machado, afirma tener pruebas de la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia, y ha convocado a más movilizaciones en las calles. Sin embargo, el gobierno ha respondido con una fuerte represión, desplegando a las fuerzas de seguridad en los barrios populares y prometiendo actuar con firmeza contra los fascistas.
Las protestas han dejado más de 1.000 detenidos y al menos once civiles muertos, según organismos de derechos humanos, aunque la oposición eleva esa cifra a 16. El gobierno, por su parte, ha reportado la muerte de un militar.
La oposición asegura haber reunido más del 80% de las actas, que darían a González Urrutia el triunfo con el 67% de los votos, y ha pedido una auditoría independiente de las elecciones. Sin embargo, Maduro ha ordenado la expulsión de diplomáticos de siete países latinoamericanos y se ha felicitado por el apoyo de Rusia, Irán, Cuba, Nicaragua y Bolivia.
Mientras tanto, la pregunta sobre la lealtad del Ejército sigue en pie, y algunos analistas creen que la oposición ya no es capaz de movilizar a multitudes después de que alrededor de siete millones de venezolanos abandonaran el país. El periodismo independiente seguirá trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras, pero necesita del apoyo de sus lectores para continuar.