Juan Aguilar, también conocido como El chacal, confesó a una de sus hijas que había cometido un grave error: el femicidio de María Milagros Vázquez, su hijastra de 23 años, quien había sido víctima de abuso sexual por parte de Aguilar durante más de una década. Esta confesión ocurrió en Recreo, una localidad a 250 kilómetros de la capital de Catamarca, luego de que la madre de la víctima denunciara su desaparición en la comisaría local.
La noche del 13 de julio, la policía inició una búsqueda de Aguilar, de 53 años, quien fue encontrado cerca de la Ruta Nacional 157 con una soga atada al cuello y aparentes intenciones suicidas. Estaba bajo los efectos del alcohol y se negó a hablar con los oficiales, pero finalmente reveló el lugar donde se encontraba el cuerpo de María.
El cuerpo de la joven fue descubierto en un camino rural de la ruta 116, en el paraje La Suerte, con un machete a su lado. Inicialmente se pensó que había sido asesinada a golpes, pero la autopsia reveló que sufrió asfixia mecánica. La fiscal Jorgelina Sobh ordenó la detención de Aguilar y la realización de pericias psicológicas y psiquiátricas en el Cuerpo Forense Interdisciplinario.
Aguilar se declaró inocente y alegó que no recordaba los eventos debido a su estado de ebriedad, pero un kiosquero lo vio comprando bebidas alcohólicas después del asesinato, lo que contradice su declaración. Además, la abogada de la querella, Marcela González, presentó pruebas que sugieren que Aguilar planificó el femicidio y actuó con alevosía.
La jueza Corina Pérez ordenó la prisión preventiva de Aguilar, imputado por homicidio doblemente calificado por mediar relación de pareja y por femicidio, con una pena de prisión perpetua. La lectura de los fundamentos de la causa está programada para el 7 de agosto, donde se presentarán las pruebas en su contra, incluyendo rastros de ADN en las prendas de María y en la zona del cuello, así como también el testimonio del kiosquero. La querella espera avanzar hacia un juicio por jurados.
Este trágico caso ha conmocionado a la comunidad de Recreo y ha puesto en evidencia la necesidad de abordar los problemas de violencia de género y abuso sexual en la sociedad.