Después de que los abogados de los rugbiers franceses acusados de abuso sexual propusieran que sus compañeros de la Selección de Francia declararan como testigos, dos de ellos comparecieron ante el fiscal Darío Nora y afirmaron la inocencia de los sospechosos. Rafel Cúneo Libarona, defensor de Hugo Auradou y Oscar Jegou, solicitó la comparecencia de los deportistas para aportar detalles sobre los sucesos de la madrugada del 7 de julio en el hotel Diplomatic.
Los dos testigos declararon a través de Zoom, con la presencia de intérpretes, y afirmaron que no escucharon nada inusual esa noche, como gritos, golpes o llantos. Los rugbiers se hospedaban en habitaciones contiguas y frente a la de los acusados, pero no percibieron ningún ruido sospechoso. Uno de los testigos incluso declaró que Auradou y Jegou son inocentes y que no pudo haber ocurrido lo que la mujer denunció sin que nadie se diera cuenta.
Los testigos también declararon que solo conocieron a los acusados durante ese viaje y que no tenían una relación previa con ellos. Sin embargo, afirmaron que durante las tres semanas que pasaron juntos, notaron que eran buenas personas, respetuosas y educadas. Los rugbiers franceses permanecen bajo prisión domiciliaria en Mendoza.
Cúneo Libarona busca reforzar la defensa de los jugadores con un argumento basado en el sonido. Solicitó una prueba de acústica para determinar si las paredes que dividen las habitaciones son de durlock, un material que facilitaría la conducción del sonido. También solicitó una inspección ocular para determinar el tipo de material de las divisiones entre las habitaciones. Estas medidas se realizarán durante la primera semana de agosto.
Por otro lado, los abogados de la denunciante presentaron una queja por una foto publicada por Cúneo Libarona, en la que se ve a los dos deportistas sonriendo frente a la cámara en una vivienda particular, donde cumplen la detención con tobillera. La denunciante vio la foto y se sintió ofendida, ya que considera que se le está faltando el respeto a su persona. La fiscalía les concedió la prisión domiciliaria a los deportistas, quienes tuvieron que pagar una fianza de 10 millones entre los dos y se mantiene la captura internacional. Además, hay una prohibición de acercamiento hacia la mujer, según lo dispuesto por la Justicia.