María Milagros Vázquez, una joven de 23 años y madre de tres niñas, fue encontrada sin vida el 13 de julio en un monte de la localidad de Recreo, en Catamarca, a 250 kilómetros de la capital. El único sospechoso de su asesinato es Juan Aguilar, conocido como El chacal, de 53 años, quien tenía una relación violenta con ella desde hace más de una década.
María era víctima de abusos desde que tenía 9 años y sufrió violencia física y psicológica constante. Su madre, representada por la abogada Marcela González, denunció los abusos y Aguilar fue condenado, pero solo estuvo detenido ocho meses. Después de su liberación, María volvió a estar con él por miedo y manipulación, y tuvo dos hijas más.
El día del crimen, Aguilar obligó a María a acompañarlo al monte a cortar pasto. Cuando regresó a su casa, le confesó el crimen a una de sus hijas y dijo: Me mandé una macana con la María. La hermana de María fue a hacer la denuncia y la Policía activó el protocolo de búsqueda. Aguilar fue encontrado ebrio y sin querer hablar con los oficiales, pero finalmente reveló el lugar donde estaba el cuerpo de María.
La autopsia reveló que María murió por asfixia mecánica. Aguilar fue imputado por homicidio doblemente calificado por mediar relación de pareja y por femicidio, y fue detenido en una comisaría de Recreo. La jueza Corina Pérez llevó adelante una audiencia y dispuso su prisión preventiva, imputado por un delito que prevé una pena de prisión perpetua.
La querella espera una serie de medidas de prueba para avanzar hacia el juicio, que será por jurados. Uno de los elementos probatorios es el ADN que le extrajeron de las prendas de María, así como también rastros genéticos en la zona del cuello. La abogada querellante asegura que Aguilar estranguló a María con sus propias manos y que el femicidio fue planificado y con alevosía.
María era una persona conocida y querida en el pueblo de Recreo. Su familia y la comunidad exigen justicia y perpetua para Aguilar. Su madre y su abogada insisten en que si la Justicia hubiera actuado a tiempo, hoy María estaría viva.