El pasado lunes 29 de julio en la parroquia 23 de Enero se llevó a cabo una protesta pacífica mediante el uso de cacerolas durante la mañana y la noche. A pesar de una advertencia de silencio emitida desde parlantes en el sector La Piedrita, el ruido de las ollas continuó hasta la noche del martes. Esta forma de protesta se extendió a otras parroquias de Caracas, luego de que el Consejo Nacional Electoral CNE publicara resultados preliminares de las elecciones presidenciales, los cuales han sido cuestionados por la oposición liderada por María Corina Machado y el candidato Edmundo González.
Sin embargo, durante la mañana y la tarde del martes, el bullicio habitual de la parroquia fue interrumpido por un aumento en la presencia de grupos de choque, llamados colectivos, y caravanas de hombres en motos, algunos de ellos encapuchados. Esto llevó a un silencio en la parroquia, con la excepción de otros sectores de Caracas donde continuaron los cacerolazos.
La noche del lunes, miembros de estos grupos de choque se presentaron en el bloque 39 y otras edificaciones de la Zona F, tocando cornetas y disparando al aire para intimidar a los residentes y hacer que dejaran de tocar las cacerolas. A pesar de esto, las cacerolas se escucharon nuevamente con fuerza al final de la noche del martes, en respuesta a las caravanas de motorizados que recorrieron la zona durante la mañana y la tarde.
El transporte público fue limitado durante este segundo día poselectoral, mientras que los locales comerciales tuvieron pequeñas colas de compradores. Algunos residentes informaron haber escuchado rumores de una restricción de movilidad en la parroquia, pero no se ha confirmado oficialmente.
En la tarde del martes, grupos de civiles encapuchados rondaron la parroquia, aumentando la tensión en la zona. A pesar de esto, muchos residentes optaron por mantenerse en sus hogares como medida de precaución.