Un centenar de simpatizantes del Girondins de Burdeos, equipo que actualmente se encuentra en una profunda crisis deportiva y económica, se concentraron el martes frente al Tribunal de Comercio de Burdeos para solicitar la destitución del presidente del club, Gerard López, antes de que se examine una petición de colocar al equipo bajo tutela judicial. Los seguidores, que se reunieron pacíficamente en la plaza de la Bolsa, portaban camisetas, bufandas, banderas y gorras con los colores de los seis veces campeones de Francia, quienes se enfrentan a la posibilidad de ser suspendidos de pagos en el peor de los escenarios. Un seguidor del equipo declaró a la AFP que su presencia allí era para salvaguardar al club.
El Girondins, que actualmente ocupa el puesto 12 en la Ligue 2, ha estado experimentando dificultades financieras persistentes y ha sido relegado administrativamente a la Tercera División Francesa por el organismo de control financiero del fútbol francés. El propietario del club, el empresario hispano-luxemburgués Gerard López, se ha negado a invertir más fondos después de haber inyectado cerca de 60 millones de euros junto con sus socios en el equipo desde 2021. El jueves, el equipo renunció a su estatus profesional, adquirido en 1937, con la esperanza de reducir su masa salarial y regresar a la National o a la National 2. Sin embargo, el tribunal de comercio también podría ordenar la disolución del club, que ya se ha visto obligado a someterse a tal medida en 1991.
Aunque una seguidora del Girondins cree que Gerard López no es el único responsable de la situación, espera que el club pueda reiniciar sus actividades desde cero con personas que no estén motivadas por la codicia. El grupo de ultras del club francés Ultramarines declaró el domingo en un comunicado que el futuro del Girondins debe construirse sin Gerard López. El tribunal mercantil podría determinar que ya no es la persona adecuada para el cargo.