Relación México-FMI: un vínculo marcado por la historia y la desconfianza
La relación entre México y el Fondo Monetario Internacional FMI ha estado presente desde finales de la década de 1940, pero no ha sido ajena a momentos de tensión y desconfianza. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha sido especialmente crítico con el organismo, acusándolo de haber causado daño a México durante el periodo neoliberal.
El origen del vínculo
--------------------
El lazo entre México y el FMI se estableció a finales de la década de 1940, cuando el país firmó sus primeros acuerdos con el organismo. Durante el mandato de Antonio Ortiz Mena como secretario de Hacienda 1958-1970, México firmó tres pactos con el FMI con el objetivo de afianzar la moneda nacional. Sin embargo, la relación se volvió complicada durante el mandato de Luis Echeverría 1970-1976, cuando la deuda externa del país aumentó significativamente, lo que desencadenó una serie de devaluaciones.
El FMI y la apertura económica
-------------------------------
A partir de la década de 1980, México comenzó su camino hacia la apertura comercial y la privatización de las empresas estatales. Este proceso, conocido como neoliberalismo, estuvo marcado por la influencia del FMI, que impulsó medidas como la disciplina fiscal, el recorte del gasto público, una mejor distribución impositiva y la liberalización de los mercados.
Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari 1988-1994, México firmó más de una decena de acuerdos con el FMI, lo que profundizó el vínculo entre ambas partes. Sin embargo, este proceso también estuvo marcado por la desigualdad y la precarización laboral, lo que ha llevado a López Obrador a cuestionar el papel del FMI en la economía mexicana.
Las tensiones durante el actual sexenio
--------------------------------------
Desde el inicio de su mandato, López Obrador ha mostrado una postura crítica hacia el FMI, acusándolo de haber impuesto políticas neoliberales que han perjudicado a México. Este distanciamiento ha llevado a tensiones en diversos momentos, como cuando el FMI cuestionó las políticas económicas del Gobierno mexicano o cuando López Obrador rechazó la estimación del FMI sobre el nearshoring en México.
A pesar de estas tensiones, México ha mantenido su Línea de Crédito Flexible con el FMI, que asciende a 35.000 millones de dólares. No obstante, López Obrador ha insistido en que la política económica de México se define en México y no acepta recetas que provengan del extranjero.
Un futuro incierto
------------------
Con las elecciones presidenciales de 2024 a la vuelta de la esquina, el futuro de la relación entre México y el FMI sigue siendo incierto. Los expertos coinciden en que el vínculo debe ser cordial y de cooperación, sin aplicar instantáneamente las reglas del FMI, con el fin de evitar una crisis como la vivida en años previos. Sin embargo, también señalan que México debe mantener abiertas las posibilidades para mejorar su economía y aprovechar las oportunidades que ofrece el organismo, sin subordinarse a sus exigencias.
En definitiva, la relación entre México y el FMI ha estado marcada por la historia y la desconfianza. A pesar de las tensiones, el vínculo entre ambas partes sigue siendo relevante, y México debe buscar un equilibrio entre la cooperación y la autonomía en su política económica.