En relación a estas acusaciones, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las ha rechazado firmemente, calificándolas de absurdas. Las declaraciones de la inteligencia de EEUU, difundidas por varios medios de comunicación, señalan que Rusia, Irán y China estarían intentando influir en las elecciones de EEUU manipulando la opinión pública.
Peskov ha declarado que la comunidad de inteligencia estadounidense está siguiendo tendencias de moda en política interna y necesita buscar enemigos, y en este caso, la Federación de Rusia sería un objetivo ideal. Según Peskov, el tema de Rusia y su presidente son factores significativos que tanto los republicanos como los demócratas utilizan en su lucha política, especialmente durante la campaña electoral, lo que causa daños irreversibles a las relaciones entre Moscú y Washington.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, ha asegurado que Pekín nunca ha interferido ni tiene intención de influir en las elecciones estadounidenses. La representación iraní ante la ONU en Nueva York también ha negado cualquier intención de influir en los comicios en Estados Unidos.
Las autoridades de estos países han declarado que la mayoría de estas acusaciones se enmarcan en las operaciones psicológicas diseñadas para dinamizar artificialmente las campañas electorales en EEUU.
Es importante mencionar que las elecciones presidenciales estadounidenses se llevarán a cabo el próximo 5 de noviembre, y los funcionarios estadounidenses han acusado a Rusia, China e Irán de reclutar a estadounidenses para difundir propaganda que promueva sus intereses en vísperas de las elecciones.