Durante el pasado fin de semana, se cometió un acto de vandalismo en las sepulturas de los parientes de Dámaso López Núñez, apodado El Licenciado, en Culiacán, Sinaloa. López Núñez era uno de los colaboradores más cercanos de Joaquín El Chapo Guzmán, pero posterior a la captura de Guzmán, entró en disputa con los hijos de éste. Su hijo, conocido como El Mini Lic, también estuvo involucrado en estos conflictos.
En 2017, los enfrentamientos entre ambos bandos llegaron a su punto más violento, desencadenando una ola de violencia en el centro de Sinaloa, que culminó con la detención de Dámaso López Núñez en la Ciudad de México y la rendición de su hijo, Dámaso López Serrano, a las autoridades estadounidenses el 27 de julio de 2017. López Serrano se entregó en un punto de control en la frontera entre México y Estados Unidos, en Calexico, California.
Las tumbas profanadas pertenecen a Adolfo López Núñez, Dámaso López García, supuestamente el padre de El Licenciado y abuelo de El Mini Lic, así como Luis Fernando Gaxiola, quien fuera cuñado de Dámaso López y ex síndico de Eldorado. En el interior del mausoleo, de aproximadamente 20 por 40 metros, se observaron losas rotas, gavetas abiertas y huellas en el suelo, aparentemente dejadas por el arrastre de los cuerpos hacia el exterior. Al parecer, sólo quedó un cuerpo en el lugar y se trata del de Luis Fernando Gaxiola.
Según recientes informes, Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, operó como informante del FBI en los Estados Unidos.