Durante la jornada electoral en Venezuela, se presentó un intento de sabotaje al proceso democrático. Un avión cargado con equipos electorales fue incautado y enviado a un país africano por individuos que se oponen al actual gobierno, según informó el rector del Consejo Nacional Electoral CNE, Roberto Picón. Además, parte del material electoral, como máquinas de votación, también fue desviado.
Desde 1998, el proceso de votación en Venezuela se realiza mediante máquinas de votación electrónicas y un sistema de captahuellas, asegurando el principio de un elector, un voto. A pesar de estos obstáculos, el CNE logró garantizar que el día de la votación, el 28 de julio, se llevara a cabo con normalidad.
El sistema electoral venezolano cuenta con cerca de 20 auditorías antes, durante y después del proceso de votación. Los delegados de los partidos políticos participan en estas auditorías, verificando el software de las máquinas de votación y las salas de cómputos y totalización. Una de las auditorías más importantes es la en caliente, donde el elector puede verificar que su elección coincide con el registro en la máquina.
En estas elecciones, 21 millones 321.783 venezolanos estaban habilitados para votar en 15.797 centros electorales. El ganador de estos comicios gobernará el país durante el periodo constitucional 2025 - 2031. A pesar de los intentos de sabotaje, la democracia venezolana demostró su fortaleza y capacidad de resiliencia.