El político republicano se encontró con el mandatario israelí en la mansión de descanso Mar-a-Lago, situada en el estado de Florida, durante el pasado viernes.
Es interesante notar que el republicano, conocido por su postura conservadora, haya elegido este lugar como punto de reunión con el primer ministro israelí. Mar-a-Lago, famosa por ser una residencia de vacaciones, se ha convertido en un escenario inusual para una reunión de este tipo.
El encuentro entre ambos líderes podría tener implicaciones significativas en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Israel, y será seguido de cerca por los medios de comunicación y los observadores políticos en ambos países.