La reciente ofensiva de Hamás contra Israel el 7 de octubre ha afectado el proyecto de un corredor geoeconómico que conectaría a la India con el Golfo Pérsico, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Jordania e Israel. Este corredor tenía como objetivo fortalecer los lazos económicos y geopolíticos entre estos países. Sin embargo, el ataque de Hamás ha socavado este esfuerzo.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sido abierto sobre su objetivo de enfrentar a Irán, incluso en su discurso ante el Congreso de los Estados Unidos en 2015. Netanyahu acusó a Irán de ser la fuente principal de la violencia en Oriente Medio y de estar detrás de todo el terrorismo, la turbulencia y el caos en la región. Además, intentó vincular a Irán con los enemigos de los Estados Unidos y sus aliados árabes en la región.
Netanyahu ha buscado crear una alianza regional para enfrentar a Irán, similar a la OTAN. Según su visión, esta alianza debería ser una extensión natural de los Acuerdos Abraham y debería llamarse la Alianza Abraham. Sin embargo, la solipsista interpretación de Netanyahu sobre la intención de Irán de conquistar los Estados Unidos a través de Oriente Medio ha sido cuestionada por muchos.
Mientras tanto, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Náser Kanaani, ha criticado al Gobierno de los Estados Unidos y a su Congreso por recibir a Netanyahu con aplausos, a pesar de la matanza diaria de niños palestinos por parte de Israel. Además, el Ministerio de Defensa israelí ha declarado que sus siete frentes se han condensado en uno: liquidar a Teherán.
En resumen, la situación en Oriente Medio sigue siendo tensa y volátil, y el conflicto entre Israel y Palestina sigue siendo un obstáculo importante para la paz y la estabilidad en la región. La rivalidad entre Israel y Irán también sigue siendo un tema importante en la agenda geopolítica de la región. La creación de una alianza regional para enfrentar a Irán, como propone Netanyahu, podría tener implicaciones importantes para la región y el mundo.