Durante las protestas de los partidarios de Palestina, se vertió líquido de color rojo en varias fuentes de la ciudad, simbolizando la sangre derramada. Asimismo, prendieron fuego a una efigie que representaba al Primer Ministro de Israel, en el marco de su viaje a los Estados Unidos. Es importante mencionar que estas acciones violentas no son aisladas y han ocurrido en otras ocasiones en el contexto del conflicto israelí-palestino. La quema de símbolos y la utilización de símbolos sangrientos son maneras impactantes de llamar la atención sobre el conflicto, pero no contribuyen a una solución pacífica. En su lugar, es crucial promover el diálogo y la comprensión entre las partes involucradas.