Atención, Sevilla Los sindicatos de la Policía Local advierten sobre posibles protestas que podrían perturbar la tranquilidad de la ciudad. Escándalo en el seno de la Policía Local de Sevilla Los sindicatos Sppme, SPLS y UPOL exigen disculpas anticipadas por las futuras acciones reivindicativas que puedan afectar a la ciudadanía hispalense.
El motivo de la indignación sindical es el atraso en el pago de servicios extraordinarios a la plantilla de la Policía Local, lo que provoca graves perjuicios a los agentes y les obliga a realizar declaraciones complementarias a Hacienda que les salen caras. Un escándalo que revela la mala gestión en el Ayuntamiento
A pesar de que el pasado mes de marzo el pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó nuevas compensaciones a la plantilla de la Policía Local por los servicios extraordinarios de la Semana Santa y la Feria de Abril, los sindicatos denuncian que los atrasos en los pagos de los servicios extraordinarios siguen siendo una realidad. Ya basta de promesas incumplidas
Ante esta situación, los sindicatos han acordado llevar a cabo acciones puntuales de protesta dirigidas al Gobierno local, sin descartar un encierro en el propio Ayuntamiento. La gota que colma el vaso Los agentes exigen el desbloqueo urgente de las dos oposiciones en curso y la creación de una nueva relación de puestos de trabajo y una nueva valoración de puestos de trabajo.
Además, los sindicatos piden a gritos una policía moderna, equipada con unidades nuevas y medios técnicos para poder trabajar. Es una vergüenza que todavía se siga denunciando a papel y bolígrafo en el siglo XXI Exigen también un programa de gestión policial y una aplicación donde poder consultar datos relativos a su trabajo policial.
En definitiva, los sindicatos piden a los partidos políticos un pacto para mejorar la situación de la Policía Local de Sevilla en los próximos años, dotándola de una mejor organización y medios para poder trabajar, lo que redundará en un mejor servicio público. Y por adelantado, los agentes piden disculpas a la ciudadanía por las posibles molestias que puedan causar las futuras acciones reivindicativas. Un escándalo que no puede ser ignorado