La esposa del sorprendente candidato presidencial opositor de Venezuela: Quiero una Venezuela mejor para los jóvenes y los niños
Hace unos meses, si le preguntabas a Mercedes López de González, esposa de Edmundo González, sobre la posibilidad de que su marido fuera el candidato presidencial de la oposición para enfrentarse al actual mandatario, Nicolás Maduro, su respuesta habría sido un contundente no. Sin embargo, el futuro del país está por encima de todo y, por ello, ha puesto a disposición su propia casa, donde constantemente entran y salen políticos, amigos, periodistas y simpatizantes que desean reunirse con el candidato o con ella misma.
Mercedes López, una orgullosa odontóloga y madre de familia, conoció a su esposo en la Universidad Central de Venezuela, donde él estudiaba Estudios Internacionales. Desde entonces, la pareja ha compartido una vida juntos, viajando y trabajando en el servicio exterior. Ahora, con miras a las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, López desea desempeñar el rol de primera dama y no el de primera combatiente, como lo hace actualmente la esposa de Maduro, Cilia Flores.
En una entrevista exclusiva concedida al diario El Tiempo desde su hogar en Caracas, López comparte sus recuerdos de la Venezuela de antaño y cómo la ve en la actualidad: Era una Venezuela maravillosa donde cada quien tenía libertad para hacer, decir, ir y venir siempre respetando las leyes. Conocí mucha gente, viajé mucho por el interior del país. Tuve una infancia muy linda, tuve muchos buenos amigos que son mismos amigos de hoy… y recuerdo una Venezuela donde la democracia se respetaba de un partido al otro, donde las elecciones eran la norma, cada quien aceptaba el triunfo o la derrota, es una Venezuela que yo quiero que regrese donde la gente podía salir a la calle libremente sin cadenas.
Al hablar sobre la situación actual de Venezuela, López expresa su preocupación por los niños y jóvenes, a quienes desea brindar una mejor alimentación y oportunidades educativas. Además, aboga por el apoyo a las madres solteras y el fomento de una cultura de responsabilidad en la maternidad.
A pesar de que López no se considera parte de las élites o clases de apellidos, como las llama el gobierno, sí reconoce el valor de la diversidad cultural y el aprendizaje que proviene de las experiencias vividas en diferentes países. Al ser consultada sobre lo que le cuesta de la política, López admite que le desagrada la falta de consideración por el pueblo y el país, así como la tendencia de algunos políticos a perseguir intereses personales en lugar de pensar en el bien común.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, López insta a los venezolanos a votar y a trabajar juntos para reconstruir el país. Confía en que, con el apoyo de sus conciudadanos, su esposo y la oposición puedan iniciar un cambio positivo en Venezuela.