Impactamos nuevamente a la mafia La Pura en golpe policial decisivo.

Explosiva captura en Medellín de Figueroa o Ruso, el temido jefe de la peligrosa organización criminal La Inmaculada La policía, en un esfuerzo coordinado con la Gobernación del Valle, ha dado un golpe contundente a la seguridad de la ciudad al dar con la ubicación de este criminal de alto perfil.

Después de un meticuloso trabajo de investigación, los valientes uniformados de la Seccional de Inteligencia y el personal del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal GAULA lograron capturar a este peligroso delincuente, conocido por su trayectoria criminal de aproximadamente 6 años, durante el cual se dedicó a actividades ilícitas como homicidio, secuestro, extorsión, tráfico de drogas y monopolio de productos de la canasta familiar.

Tras la captura de Nacho, Figueroa asumió el mando del control criminal como cabecilla de segundo nivel de La Inmaculada, coordinando y manteniendo el control de las actividades ilegales desarrolladas por la organización. Era el hombre de confianza y enlace criminal del cabecilla carcelario Pipe o la P.

Esta operación ha permitido dañar seriamente la estructura delincuencial de La Inmaculada, que está dirigida por Pipe, quien actualmente cumple una condena por otros homicidios y extorsiones en la misma municipalidad. La acción policial también ha impedido la expansión de la organización, que supuestamente estaba reclutando niños, niñas y adolescentes para fortalecer su brazo armado y ampliar sus negocios criminales.

El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad competente, que en las próximas horas determinará su situación judicial y lo responsabilizará de los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, extorsión agravada, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y municiones.

La Policía Nacional continuará desplegando acciones contundentes para acabar con la delincuencia que ha estado afectando el corazón del Valle y los municipios vecinos. La justicia ha llegado a Medellín y a todos los que temían a Figueroa o Ruso