En el corazón de Táchira, en un hogar donde los primeros rayos del sol comienzan a colarse por las cortinas, vive Margarita, una valiente mujer de 88 años, quien día a día lucha contra el implacable alzhéimer. Durante cinco años, su vida se ha convertido en un rompecabezas de momentos fugaces y recuerdos que se desvanecen al instante.
Margarita, puntual como siempre, se despierta a las 6:00 de la mañana, y a su lado está Gerardo, médico y tercero de sus cinco hijos, dispuesto a emprender otro día en su devoted task de cuidar a su madre.
El alzhéimer irrumpió en la vida de Margarita cuando tenía 82 años. Olvidos esporádicos comenzaron a apoderarse de su mente, arrebatándole poco a poco los recuerdos de su vida pasada. Al principio, pequeños detalles como repeticiones y la pérdida de objetos cotidianos fueron las primeras señales. Gerardo, que vivía en Maracay, a más de 700 kilómetros de distancia, empezó a notar los cambios en su madre durante sus visitas cada tres meses.
En diciembre de 2