Increíble pero cierto Un valiente policía municipal, José Ángel de la Fuente Méndez, demanda justicia después de llevar un año con una bala alojada en su cuerpo. Sí, como lo lees Un año Este héroe local, que resultó herido mientras impedía un asalto, ahora se enfrenta a una nueva batalla: conseguir que la Comisión Estatal de Derechos Humanos no ignore su caso.
La Comisión le ha dado solo tres días para actuar tras la respuesta de la síndica municipal sobre su estado de salud. Pero, ahí no termina la historia José Ángel impugna las declaraciones de la síndica, quien afirma que el policía está en perfecto estado, cuando en realidad, según sus propias palabras, una costilla lesionada y una herida abierta le han acompañado durante todo este tiempo.
El origen de este drama se remonta a un enfrentamiento en el que José Ángel recibió cinco disparos, uno de los cuales se alojó en su cuerpo. A pesar de los obstáculos, siguió trabajando, esperando que las autoridades municipales le prestaran atención médica. Sin embargo, no fue hasta que él mismo exigió ser atendido que lo programaron para la cirugía.
A pesar de la intervención, José Ángel continúa sufriendo secuelas y toma medicamentos diariamente para calmar el dolor. Lamentablemente, las autoridades no parecen preocuparse por el bienestar de los policías que arriesgan sus vidas en pos de la seguridad municipal.
Pero, y qué pasa con los demás agentes Se dice que hay al menos 25 casos más de policías que sufren falta de atención médica, indemnizaciones no pagadas por fallecimientos en servicio o pensiones no concedidas a elementos discapacitados.
En definitiva, una triste historia que deja al descubierto la necesidad de mejores condiciones y atención para aquellos que nos protegen. Será que esta vez la justicia prevalecerá Solo el tiempo lo dirá.