No hay forma de contar la historia del narcotráfico en México sin mencionar a Rafael Caro Quintero, el humilde campesino de Sinaloa que escaló hasta lo más alto de la escena del crimen organizado en la década de los 80s, pero cuyo influjo sigue presente hasta nuestros días. Apodado el Rey de Reyes o el Narco de Narcos, Caro Quintero cofundó el Cártel de Guadalajara y llegó a ser uno de los fugitivos más buscados por México y Estados Unidos, que aún exige su extradición por el asesinato del agente antinarcóticos Enrique Kiki Camarena en 1985.
El crimen de Camarena no solo tensó las relaciones diplomáticas entre ambos países, sino que llevó a Caro Quintero a pasar 28 años en prisión. Sin embargo, en 2013, un tribunal ordenó su liberación, lo que desató una ola de violencia en Sonora y otras regiones del norte de México. A pesar de que la Procuraduría General de la República PGR apeló la decisión y emitió una nueva orden de arresto, el Narco de Narcos había desaparecido.
Desde su liberación, Caro Quintero ha estado involucrado en una serie de episodios violentos en Sonora, lo que sugiere que ha vuelto a las andadas. En mayo de 2020, los cuerpos desmembrados de dos hombres fueron encontrados en la carretera a Caborca, junto con un mensaje amenazante firmado por el Narco de Narcos y su grupo, La Barredora 247. Este grupo, dirigido por José Darío Murrieta Navarro, alias El Cara de Cochi, ha sido responsable de una ola de violencia en la región.
La reaparición de Caro Quintero ha desatado una guerra territorial en Sonora, especialmente en Caborca y Bahía de Kino, donde se enfrenta a los hijos de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. Esta guerra ha provocado una reconfiguración en las filas del Cártel de Caborca, ya que parientes de Caro Quintero han asumido el liderazgo y expandido su presencia fuera de Sonora.
El interés de Caro Quintero en Caborca no es un hecho aislado, ya que su familia tiene una larga historia en la zona. Los Quintero se apoderaron de la ruta Guaymas-Nogales en los años 80 y han establecido una base social en el noroeste de Sonora. Caro Quintero eligió Caborca como el bastión de su organización, un hecho que se consolidó tras una reunión que convocó en 2017 junto a sus sobrinos Juan Pablo y Sajid Quintero Navidad.
Sin embargo, la familia de Caro Quintero ha sufrido varias pérdidas en los últimos años. En octubre de 2017, Sajid Emilio Quintero Navidad, alias El Cadete o Matamúsicos, se entregó a las autoridades estadounidenses en la garita de San Ysidro. Luego, en febrero de 2022, Juan Pablo Quintero Navidad fue arrestado en Sonora. Con Rafael Caro Quintero y sus dos sobrinos presos, el liderazgo del Cártel de Caborca quedó en manos de otro de los sobrinos del Narco de Narcos: Rodrigo Omar Páez Quintero.
En abril de 2023, Rodrigo Omar Páez Quintero fue arrestado en Jalisco por su probable responsabilidad en delitos de asociación delictuosa y contra la salud. Su detención ha debilitado aún más al Cártel de Caborca, aunque no se descarta que otros parientes de Caro Quintero sigan intentando expandir su poderío fuera de Sonora.
En resumen, la historia de Rafael Caro Quintero y el Cártel de Caborca es una historia de violencia, poder y traición. A pesar de su encarcelamiento y posterior liberación, Caro Quintero sigue siendo una figura clave en el mundo del narcotráfico en México. Su legado y su influencia siguen presentes en la región, incluso después de su reaprehensión en 2022. La guerra territorial en Sonora y otras regiones del norte de México seguirá siendo una batalla sangrienta y sin cuartel mientras el narco de narcos siga siendo una figura poderosa en el mundo del crimen organizado.