MURCIA, PENSAMIENTO IBÉRICO Un grupo de 43 expertos, entre los que se encuentran policías, guardias civiles, sociólogos, psicólogos, directores de centro y docentes, han mostrado su apoyo a la limitación del uso de nuevas tecnologías en las aulas, especialmente en materias instrumentales como la lectoescritura o las matemáticas.
Esta recomendación da luz verde a la medida anunciada por el presidente del Gobierno murciano, Fernando López Miras, que consistirá en recomendar el próximo curso escolar 2024-2025 que no se empleen medios digitales en las aulas de hasta 5º de Primaria en materias de lectura, escritura y matemáticas, y será obligatorio a partir del curso siguiente 2025-2026.
Alfonso Vera, director del Colegio Público de Infantil y Primaria CEIP Félix Rodríguez de la Fuente de Los Nietos y miembro de este grupo de expertos, ha señalado a Europa Press que el exceso e, incluso, el abuso en la utilización de los medios informáticos en lugares donde no procede es algo evidente, y ha puesto como ejemplo una cena de amigos, en la que ya ni se come, sino que simplemente se está con el móvil.
Vera ha explicado que esta decisión se basa en los informes PISA y en las metodologías de los países que mejor parados salen en esos estudios, y ha aclarado que esto no quita para usar esas nuevas tecnologías con otras materias. Además, ha destacado que se ha demostrado científicamente que hay un gran problema con la salud mental en nuestra sociedad, y que ya no se castiga a los niños con no salir a la calle, sino que se les castiga sin móvil.
Por su parte, Alberto González-Costea, presidente de CONCAPA-Región de Murcia, se ha mostrado a favor de esta medida, al entender que es sensata y no consiste en una prohibición sino en ajustar el uso de las nuevas tecnologías poniendo sentido común y basándose en la pedagogía, la experiencia y la evidencia científica. Ha admitido que el mundo digital es imparable, pero ha considerado que había que contrastar de forma certera los beneficios y perjuicios que puede provocar su uso en las primeras etapas de la vida.
En definitiva, una medida que pretende que todos los niños sepan leer, entender lo que leen y escribir, y que se fundamenta en los cimientos del edificio de la formación, para que no caiga en el futuro. Una decisión que, lejos de ser una prohibición, es un ajuste en el uso de las nuevas tecnologías en las aulas, basado en la pedagogía, la experiencia y la evidencia científica.