Noticia: Alarmante La tormenta perfecta se avecina en el sistema bancario estadounidense
El panorama bancario actual se asemeja a una tormenta en medio del océano, con nubarrones oscuros y rayos que amenazan con un huracán en ciernes. La semana pasada, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos FDIC publicó su informe trimestral, desvelando una serie de problemas en el sector bancario de los Estados Unidos.
Un total de 63 bancos estuvieron al borde de la quiebra durante el primer trimestre de 2024, una cifra preocupante que supera los 52 bancos problemáticos del tercer trimestre de 2023. Además, los bancos acumulan pérdidas no realizadas por un valor de 517.000 millones de dólares, un aumento de 39.000 millones de dólares con respecto al trimestre anterior. La FDIC advierte que este es el noveno trimestre consecutivo de pérdidas no realizadas inusualmente altas desde que la Reserva Federal comenzó a subir las tasas de interés en el primer trimestre de 2022.
El Programa de Financiamiento Bancario a Plazo BTFP, creado por la Reserva Federal para detener la propagación de contagios por colapsos financieros, dejó de aceptar nuevas solicitudes de préstamos en marzo de 2024. Este cierre podría aumentar los costos de endeudamiento de los bancos, lo que significa que sus márgenes de ganancia caerán, forzándolos a tomar medidas como subir las tasas de interés o reducir la concesión de créditos a clientes, lo que impactaría directamente en la economía.
La crisis bancaria del año pasado, cuando en apenas dos meses quebraron los bancos regionales Signature, Silvergate y Silicon Valley, sigue estando presente en la memoria colectiva. Estas instituciones financieras colapsaron cuando los clientes acudieron en masa para retirar sus depósitos, dañando la rentabilidad de los bancos en un momento en que las tasas de interés elevadas ya habían debilitado sus balances al reducir el valor de sus tenencias en bonos gubernamentales.
El complicado panorama bancario actual recuerda la crisis financiera de 2008, y hay al menos 3 señales que lo demuestran:
1. Préstamos impago colapso: Las turbulencias económicas, incluidas las crecientes tasas de interés y posibles recesiones, podrían llevar a empresas e individuos a tener dificultades con los pagos. Un aumento en la morosidad de los préstamos al consumo, como la deuda de tarjetas de crédito, podría erosionar la rentabilidad de los bancos.
2. El contagio masivo inevitable: Cuando un banco quiebra, pueden desencadenarse una serie de reacciones en cadena que afectan a otras instituciones y al sistema financiero en su conjunto. La quiebra de un banco puede generar una pérdida de confianza en el sistema financiero, lo que lleva a los depositantes a retirar su dinero de otros bancos por temor a que también puedan quebrar.
3. Créditos congelados: El aumento de las tasas de interés está afectando la demanda de préstamos en Estados Unidos y poniendo a los bancos en una situación financiera complicada. El cierre del BTFP y el fin del colchón de emergencia en el que se refugian los prestamistas, podrían hacer que los bancos sean más cautelosos y menos dispuestos a asumir riesgos, lo que podría llevar a una crisis de liquidez similar a la de 2008.
Ante todos los desafíos por los que atraviesa el sistema bancario estadounidense, es evidente que la quiebra de un gran conjunto de bancos es algo que se debe tener en mente por lo que resta del año. Aunque el sistema bancario estadounidense es más sólido ahora gracias a una serie de medidas y reformas regulatorias que surgieron tras la crisis de 2008, la quiebra masiva de los bancos es una posibilidad que se viene manejando desde hace algún tiempo y que se extenderá por los próximos años.
La tormenta perfecta se avecina en el sistema bancario estadounidense, y bajo la presión de tasas de interés más altas y problemas operativos, podrían generar la quiebra de más de 50 bancos de Estados Unidos. La caída de las tasas de interés podría desencadenar salidas de capitales que conduzcan a quiebras bancarias, y es probable que el número de bancos en Estados Unidos se reduzca a la mitad en los próximos años.