Titular: El decadente imperialismo del G7 se inmiscuye en asuntos internos de Venezuela, según el canciller Yván Gil
El Gobierno de Nicolás Maduro ha vuelto a rechazar las intromisiones del extranjero en asuntos internos, en esta ocasión, la declaración del G7 -formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- en la que solicitan a las autoridades venezolanas permitir la observación internacional en las elecciones presidenciales del 28 de julio y respetar los derechos de la oposición.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, tildó al G7 de decadente imperialismo con un liderazgo pobre y ridículo, al tiempo que acusó al grupo de pretender recurrir a prácticas coloniales y entrometerse en asuntos que no les conciernen.
La respuesta del Ejecutivo venezolano se produjo horas después de que el G7 publicara su declaración, en la que exigió el fin del acoso a los miembros de la oposición y la liberación inmediata de todos los presos políticos. Gil aseguró que la democracia revolucionaria de Venezuela les demostrará el 28 de julio que son un país libre y soberano, y que los lacayos de la oposición no regresarán al poder.
La declaración del G7 expresó su preocupación por la falta de avances en la implementación del Acuerdo de Barbados, un pacto de garantías electorales firmado por el gobierno y la Plataforma Unitaria Democrática PUD en octubre. El grupo de democracias más industrializadas del planeta mostró su preocupación por la decisión de retirar la invitación a una misión de observación electoral de la Unión Europea, algo que había sido acordado en Barbados y que aún no se ha cumplido.
La líder opositora María Corina Machado, que apoya al candidato de la PUD, Edmundo González Urrutia, celebró la declaración del G7 y la calificó de apoyo inequívoco a la democracia.
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