Autoridades porteñas proclaman al presidente venezolano como persona non grata en Buenos Aires.

Buenos Aires se levanta contra la tiranía de Maduro La legislatura local ha declarado al dictador venezolano persona non grata en respuesta a las brutales violaciones de derechos humanos cometidas en contra de la población venezolana. El proyecto de resolución, presentado por los legisladores Claudio Romero y Emmanuel Ferrario a petición de la diáspora venezolana en Argentina, recibió el voto a favor de la mayoría de los miembros de la cámara, mientras que los representantes del Frente de Izquierda se abstuvieron y los legisladores kirchneristas de Unión por la Patria votaron en contra.

Romero expresó con vehemencia que en Buenos Aires no vamos a tolerar dictadores, gente que venga a vulnerar los derechos humanos, gente que haga atrocidades en su país en nombre de una revolución que no existe, gente que use la tortura como un método de gobierno.

Elisa Trota, secretaria general del Foro Argentino por la Defensa de la Democracia FADD, celebró la valiente decisión de la legislatura porteña, considerándola un contundente mensaje de respaldo a los más de 220.000 venezolanos que han buscado refugio en Argentina. Trota declaró: Los autócratas, como Maduro, deben saber que sus crímenes no van a quedar impunes y que el mundo no es su patio trasero para pasearse con sus manos manchadas de sangre.

Este gesto simbólico adquiere una gran relevancia a 45 días de las elecciones presidenciales en Venezuela, donde la ciudadanía se enfrenta a una dictadura que ha cometido atrocidades y delitos de lesa humanidad. Trota hizo un llamado a la comunidad internacional para que siga el ejemplo de Buenos Aires y envíe un mensaje claro a Maduro de que el mundo está observando y no permitirá que se robe la voluntad de los ciudadanos en las urnas electorales.

Lamentablemente, aún existen sectores políticos como la izquierda y el kirchnerismo que pretenden ignorar la situación en Venezuela. Trota criticó duramente su postura, afirmando que con su silencio, abstención o voto en contra, han decidido apoyar una dictadura criminal que persigue, encarcela, tortura y asesina.

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