Se relaciona al Ferrocarril de Aragua con más de cien expedientes delictivos en EE.UU.

Explosivo Migrantes venezolanos, presuntamente vinculados a la peligrosa banda criminal Tren de Aragua, se infiltran en Estados Unidos a través de la frontera sur con México. Un campamento de solicitantes de asilo desmantelado en Ciudad Juárez revela una conexión aterradora con al menos 100 casos criminales en suelo estadounidense

Un campamento improvisado en Ciudad Juárez, México, a escasos metros del muro fronterizo con Estados Unidos, albergaba a unas 300 almas en espera de un paso legal. Sin embargo, la Guardia Nacional de Estados Unidos disolvió este refugio temporal el martes, dejando a estos migrantes en un limbo angustiante.

Entre estos desesperados viajeros, la temible organización criminal Tren de Aragua ha logrado colarse en el sistema, según autoridades federales de Estados Unidos. Esta banda, con presencia en varios países de Latinoamérica, ha encontrado en la frontera sur una vía de acceso ilegal para infiltrarse en el país y expandir su imperio delictivo.

El objetivo Lavado de dinero, robo y trata de personas, actividades nefastas que ya han manchado las calles de Nueva York, Chicago, Miami y Denver, entre otras principales ciudades estadounidenses.

Cómo identificarlos La policía estadounidense vigila tatuajes específicos de pandillas, como cuervos de cinco puntas, rifles AK-47, trenes, estrellas, máscaras antigás y granadas. Sin embargo, estos diseños son populares en toda Suramérica, lo que complica aún más la tarea de los agentes fronterizos.

El Tren de Aragua ha dejado una estela de crímenes en su paso, incluyendo una investigación centrada en un migrante de 19 años acusado de dispararle a dos oficiales de la policía de Nueva York en junio. Además, se cree que la banda está detrás del brutal asesinato de un policía venezolano retirado a manos de un grupo de prostitutas.

El reloj corre para las autoridades estadounidenses, que han detenido a 41 miembros del Tren de Aragua en la frontera entre octubre de 2022 y septiembre de 2023. Pero, será suficiente para frenar la ola de criminales que se avecina

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