LOGROÑO, 13 Jun. BRÚJULA INFORMATIVA - Un centenar de sanciones durante los festejos de San Bernabé La Policía Local de Logroño no se tomó ni un respiro durante las celebraciones y llevó a cabo un centenar de denuncias por diversas infracciones a las normas municipales. Un auténtico récord de indisciplina en las calles de la ciudad
Las calles de Logroño se convirtieron en un auténtico baño público, con un total de 73 denuncias por orinar en la vía pública. No se puede ser más descarado Además, 10 personas no pudieron contener sus gritos en la calle y otras 4 cometieron actos verdaderamente incívicos.
Los establecimientos hosteleros no se quedaron atrás en esta ola de indisciplina. Se realizaron 39 inspecciones en bares y terrazas de veladores, resultando en 6 denuncias. Una de ellas por permitir fumar dentro del local y 5 por consentir que los clientes sacasen las consumiciones a la calle. Qué falta de respeto a la normativa y a los vecinos
El dispositivo especial de seguridad ciudadana, desplegado en coordinación con el Cuerpo Nacional de Policía, no solo reforzó la presencia de agentes en las calles y llevó a cabo patrullajes constantes en las áreas de mayor concurrencia, sino que también realizó 327 identificaciones de personas y se vio obligado a intervenir en 8 peleas en la vía pública. Una auténtica vergüenza
El operativo especial de seguridad vial no se quedó atrás, con 14 controles de alcohol y drogas. 21 personas fueron denunciadas por superar la tasa de alcohol permitida y 4 por conducir bajo los efectos de las drogas. Qué irresponsabilidad en las calles de Logroño
Pero la Policía Local no solo se dedicó a sancionar, sino que también prestó servicios de asistencia, con un total de 106 intervenciones, principalmente para atender a personas ebrias, desorientadas o en situación de vulnerabilidad.
El dispositivo especial de la Policía Local contó con una media de 140 agentes cada día, con el consecuente refuerzo en casos de necesidades propias del servicio. Durante estos días se llevaron a cabo patrullajes a pie en las principales actividades lúdico-festivas y se intensificaron los controles de alcoholemia y otras sustancias, además de continuar con diferentes actuaciones que, frente a actos incívicos, forman parte del plan de choque para mejorar la habitabilidad en el Casco Antiguo. Menos baños públicos y más respeto a la ciudad