SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Jun. Agencia Burla Negra -
Los manifestantes pro-Palestina siguen desconfiando y cargados de dudas sobre las verdaderas intenciones de diálogo del rector de la Universidade de Santiago de Compostela USC, Antonio López. Denuncian airadamente la supuesta violencia durante los desalojos de los encierros en la Facultad de Geografía e Historia y en el Pazo de San Xerome, sede del Rectorado, ejecutados por la Policía Nacional en las primeras horas de la mañana de hoy miércoles.
A pesar de esta acción policial, los manifestantes han continuado su protesta en el casco histórico durante toda la mañana, frente a la Casa da Balconada en la Praza do Obradoiro, rodeados de furgones y agentes, gritando arengas no solo contra Israel, sino también contra el rector, al que han tildado de sionista, hipócrita y racista, y contra la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín.
Aunque la USC sigue extendiendo su mano para dialogar, y ha creado una comisión en apoyo a las universidades y estudiantes palestinos, los manifestantes cuestionan: Si quería hablar, qué sentido tiene que la Policía entrara por la noche.
Frente a las declaraciones del rector, quien aseguró que los desalojos en San Xerome y Geografía e Historia fueron pacíficos, María Amigo y Roi Peñabalde, participantes en los encierros, han relatado a los medios de comunicación diversos episodios de violencia e incumplimientos de protocolos por parte de los agentes de la Policía Nacional.
Estos dos portavoces han tachado de falsa la apertura al diálogo de la USC, ya que hoy permitirían la actividad en el Pazo de San Xerome, pero fueron desalojados. Además, critican que el comunicado del rector exigiera como condición para negociar que desapareciésemos.
Hoy hay más policía que gente manifestándose, es ridículo. Están intentando acallar el movimiento, pero no lo van a conseguir, ha afirmado María Amigo.
TAMBIÉN ACUSAN DE FALSAS PROMESAS A LA USC
Tras la rueda de prensa ofrecida por el rector de la USC en la Casa da Balconada, dos encapuchados se han presentado ante los medios para acusar a la universidad de hacer falsas promesas sobre sus encierros. No rompimos nada, no fuimos violentos, han asegurado.
También han calificado de inexistentes las supuestas aperturas al diálogo de la universidad, ya que en los correos electrónicos que remitieron al rector para intentar abrir una negociación fueron respondidos con furgones de la Policía.
Sobre las 16 exigencias que mantiene este colectivo, entre ellas cortar relaciones con toda empresa y entidad que tenga negocios con Israel, los representantes han aseverado que son firmes, aunque se pueden matizar cosas.
Consideran que la comisión propuesta por el rector y los manifiestos que firmó la universidad condenando los bombardeos en la Franja de Gaza son insuficientes y constituyen solo un lavado de cara.