En Curicó, un vecino es sentenciado a 12 años de encierro por acabar con la vida de un hombre que exigió el pago de una deuda de 6 mil pesos. Justicia cruel

Drama en Curicó El asesinato cometido por Sergio Loyola Pereira conmociona a la comunidad en el primer homicidio del año pasado. La víctima, Mario Pérez Latrach, fue acuchillado en su hogar en un ataque brutal y sin sentido.

Los hechos ocurrieron el 3 de enero de 2023, alrededor de las 19:30 horas, en la villa El Boldo 3. Según la investigación, Loyola Pereira, de 47 años, irrumpió en el domicilio de Pérez, con quien había tenido una disputa previa. Después de una discusión, el sospechoso sacó un cuchillo de cocina y apuñaló a Pérez varias veces en el tórax, causándole lesiones mortales.

La víctima sufrió un hemopericardio masivo, taponamiento cardiaco y una herida lacerante en el lóbulo inferior del pulmón izquierdo. La familia de Pérez ha tenido que esperar durante meses para obtener justicia, y finalmente, este martes, se anunció que Loyola Pereira cumplirá una condena de 12 años en prisión.

El motivo del crimen fue una deuda de 6.000 pesos que Pérez le había solicitado a Loyola Pereira. Pérez era un reparador de muebles y, según la Fiscalía, Loyola Pereira había amenazado de muerte a Pérez días antes del asesinato.

La pareja de Pérez, Jacqueline Campos, se mostró conforme con la sentencia, aunque reconoció que 12 años y un día no son una condena buena para alguien que le quita la vida a otra persona. Campos dijo que para mí tendría que haber sido perpetua, pero no es así la cosa. Me siento bien, porque fue lo que se pidió. Sé que Mario va a descansar ahora mejor de lo que estaba y ayuda en algo a nuestro dolor.

La historia de Pérez no es la primera vez que Loyola Pereira ha tenido problemas con la ley. Campos lo describió como una persona sin ética y sin valores, con antecedentes penales previos por entrar a domicilios para cometer robos. Ya sabía como entrar y salir de una casa si había gente, dijo Campos.

Este trágico evento ha dejado una huella imborrable en la comunidad de Curicó y ha demostrado una vez más la importancia de la justicia y la seguridad en nuestras comunidades.