Increíble pero cierto Hace ya cinco largos meses que un joven de 18 años, Tomás Tello, fue asesinado en Santa Teresita de la manera más brutal y salvaje, similar al trágico caso de Fernando Báez Sosa. Este sábado 1° de junio se llevará a cabo un homenaje en la Plaza del Tango, un lugar que Tomás solía frecuentar los domingos cuando no trabajaba. Su madre, Samanta Ferreyra, recuerda a su hijo con mucho cariño y esperanza en este triste aniversario.
La investigación del asesinato de Tomás Tello ha tenido varios altibajos. Inicialmente, había 16 sospechosos, entre ellos dos adolescentes de 16 y 17 años, quienes fueron liberados tras no ser identificados en una rueda de reconocimiento. Posteriormente, otros siete sospechosos fueron puestos en libertad por falta de mérito, dejando solo siete detenidos.
Entre los detenidos se encuentran Damián El Kope Kopelián, acusado de homicidio agravado, y otros seis sospechosos acusados de ser partícipes primarios necesarios o primarios. Todos ellos permanecen en prisión preventiva desde febrero. Sin embargo, el arma homicida aún no ha sido encontrada, aunque se ha determinado que el atacante, supuestamente El Kope, utilizó un elemento cortopunzante de más de cinco centímetros de largo.
La familia de Tomás Tello sigue a la espera de los resultados de las pericias de los teléfonos de los acusados, que podrían tardar entre 10 y 15 días. Estas pericias son clave para determinar el rol de cada agresor y encontrar pruebas que respalden la hipótesis de la fiscalía, que considera que se trató de un crimen premeditado.
La madre de Tomás Tello está esperanzada en que se haga justicia y que los asesinos de su hijo paguen por su crimen atroz. Ella habla a diario con sus abogados y está segura de que habrá más de 30 testigos y alrededor de 250 videos que se presentarán en las futuras audiencias.
El trágico final de Tomás Tello comenzó dos días antes de Navidad, cuando organizó una fiesta en su casa y no permitió el ingreso a algunas personas. La mañana del 1° de enero de 2024, estas personas comenzaron a hostigarlo en la orilla del mar y lo persiguieron por más de seis cuadras, hasta que lo acorralaron y lo atacaron a golpes, acabando con su vida de una puñalada en el corazón. Un final verdaderamente lamentable para un joven lleno de vida y esperanza