En un escándalo sin precedentes, se descubre la mayor red de mineros de Bitcoin ilegales en toda la historia de Paraguay A solo 2500 metros de la estación central de la ANDE, las autoridades locales han desmantelado una granja de más de 3000 máquinas que operaban sin autorización, consumiendo energía a discreción.
Este descubrimiento se produce en medio de una ofensiva oficial contra la minería ilegal de Bitcoin en el país, y la granja en cuestión se encontraba en una propiedad privada del conocido barrio de San Blas. Según las estimaciones oficiales, el robo mensual de energía ascendería a la friolera de 160.000 dólares, una cifra que deja sin aliento.
La denuncia fue presentada por el abogado Alcides Porfirio Escurra Bianconi, y el operativo estuvo a cargo del agente fiscal Óscar Javier Paredes y funcionarios del organismo regulador. Sin embargo, la demora en la confección de la orden judicial ha despertado sospechas, ya que en ese tiempo los mineros habrían tenido la oportunidad de retirar algunas máquinas y preparar un camión para transportarlas.
A pesar de la magnitud del procedimiento, los responsables de las máquinas no han sido identificados y solo se ha presentado un abogado en su nombre. Los equipos mineros siguen en el lugar, a la espera de que los militares de la Fuerza de Tarea Conjunta FTC paraguaya se hagan cargo de la incautación.
Este caso no es aislado, ya que el gobierno de Paraguay lleva tiempo buscando granjas clandestinas de Bitcoin. Según un informe de ABC.com.py, el organismo que detecta estas granjas ilegales ha incautado más de 9.000 ASICs hasta la fecha.
El ingeniero Nelson Cristaldo, especialista en energía eléctrica y promotor de la actividad minera, ha advertido que siempre ha sido fácil robar energía en Paraguay, y ha involucrado en esta trama al exdiputado Miguel Cuevas, quien fue blanco de un operativo de la ANDE por una presunta granja ilegal de criptomonedas en un domicilio de su propiedad.
En definitiva, la situación en Paraguay no puede ser más alarmante. La minería ilegal de Bitcoin está causando pérdidas económicas considerables y la complicidad de las autoridades solo está empeorando las cosas. Es hora de tomar medidas enérgicas contra este flagrante delito