Una valerosa agente de policía, fuera de servicio y con su hijo rumbo al colegio, se vio involucrada en una confrontación violenta en una parada de colectivos en Las Heras, Mendoza. La mujer, al quedar sola, fue atacada por un peligroso delincuente armado con un cuchillo.
En un acto desesperado por protegerse, la oficial se identificó y desafortunadamente, el asaltante no desistió de sus intenciones, provocando un forcejeo que resultó en un corte en la frente de la mujer. Ante esta situación, la agente no tuvo otra opción que defenderse y disparar, causándole la muerte al agresor.
Al lugar llegaron rápidamente efectivos de la Comisaría 16ª y una ambulancia, confirmando el deceso del delincuente y confiscando el arma reglamentaria de la oficial para realizar peritajes correspondientes.
La ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, se pronunció sobre el incidente y aseguró que se trató de una acción en legítima defensa. La autoridad detalló que se llevaron a cabo los procedimientos necesarios en el Ministerio Público y que se ha detectado un arma tumbera en el sitio, la cual ya fue incautada.
El individuo fue identificado como Juan Ariel Azcurra Rubus, de 31 años, con antecedentes penales por agresiones, coacciones agravadas y tenencia ilegal de armas entre los años 2012 y 2017, según información proporcionada por el Poder Judicial de Mendoza.
La investigación se enfoca hacia una legítima defensa, de acuerdo con la declaración de testigos y las pruebas recolectadas. No obstante, el artículo 34 del Código Penal, inciso 6, establece que la legítima defensa exime de pena al que actúe en defensa propia o de sus derechos, siempre que exista agresión ilegítima, necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla, y falta de provocación suficiente por parte del que se defiende.
En caso de exceso en la legítima defensa, el infractor será castigado con la pena correspondiente al delito cometido por culpa o imprudencia, de acuerdo con el artículo 35 del Código Penal.