La investigación continúa sobre la impactante tragedia que enlutó la Autopista Panamericana el pasado domingo, donde lamentablemente perdieron la vida Sol Quirno 44 y su pequeña hija Camila 10, aplastadas por un tráiler de camión. El fiscal Gastón Larramendi baraja como hipótesis el involucramiento de un cuarto conductor que, tras el accidente, habría huido sin dejar rastro alguno.
El trágico suceso ocurrió aproximadamente a las 10 de la noche, en el kilómetro 15, cerca de la localidad de Olivos. La Policía Científica de la Bonaerense, en el lugar del choque, reveló que un camión con acoplado perdió el control después de que un Peugeot 206 se interpusiera en su camino. El camionero intentó esquivarlo, pero terminó volcando, y el contenedor que llevaba detrás cayó violentamente sobre el auto Toyota Corolla en el que viajaban Quirno y sus dos hijos. La conductora y su niña de 10 años fallecieron en el acto, mientras que el menor de 12 años fue internado y dado de alta el lunes.
Sin embargo, en las últimas horas se ha abierto una nueva línea de investigación, la cual involucra a un supuesto conductor de un cuarto auto de color blanco o gris, quien habría realizado una maniobra imprudente que desencadenó el lamentable desenlace. Esta hipótesis está siendo analizada por la fiscalía. Se han solicitado las cámaras de seguridad, pero hasta el momento no se han podido obtener las imágenes del momento del accidente.
Asimismo, se han solicitado las modulaciones al 911 y al 109, pero en ellas no se ha encontrado ninguna pista de alguien que haya descrito a este vehículo. De acuerdo con la información de TN, fue el conductor del Peugeot 206 quien mencionó a esta persona, afirmando que venía a gran velocidad y lo esquivó, provocando una colisión en cadena.
En medio del siniestro, el camionero perdió el control y pasó del carril lento al rápido, donde impactó contra el Toyota Corolla. A raíz de la maniobra, para contener la carga, se quebró el brazo izquierdo, había detallado el fiscal el lunes por la mañana. Además, indicó que investigan si el chofer del camión tuvo una responsabilidad indirecta, ya que el acoplado se desprendió fácilmente y posiblemente no estaba bien ajustado. El container estaba vacío, pero de igual forma se dio vuelta cuando el camionero hizo un movimiento brusco para frenar la marcha.
Producto del choque, Sol y Camila quedaron atrapadas en el Corolla y murieron aplastadas. Su hijo Nicolás, que también viajaba en el auto, sobrevivió y, con las pocas fuerzas que le quedaban, entregó su celular a los policías para que pudieran avisar a su padre sobre la tragedia. Federico Centeno, un conocido empresario, viajaba en otro vehículo y llegó al lugar pocos minutos después.
La causa está caratulada como doble homicidio y lesiones culposas. Inicialmente, solo el chofer del camión estaba imputado, pero la causa también recayó sobre el conductor del 206, y ahora podría haber un nuevo involucrado en caso de confirmarse la versión de este último. No obstante, la fiscalía también considera la posibilidad de que se trate de una maniobra de distracción para eludir la responsabilidad en el hecho.