En una impresionante exhibición de fuerza, la Policía de Investigaciones de Chile llevó a cabo un macrooperativo en la ciudad norteña de Arica, específicamente en el Cerro Chuño, con el objetivo de desmantelar dos temibles organizaciones criminales conocidas como Los Gallegos y Tren del Coro, las cuales tienen vínculos con la letal y transnacional Tren de Aragua.
El resultado fue la detención de al menos cinco individuos, entre los que se encuentran cuatro venezolanos y un chileno, quienes fueron puestos a disposición judicial. La acción policial también resultó en el allanamiento de 37 inmuebles y el decomiso de más de 2 kilogramos de drogas, armas de fuego, municiones y dinero en efectivo.
Este megaoperativo, en el que participaron más de 250 agentes policiales, se llevó a cabo en simultáneo con el juicio que se está llevando a cabo contra 38 miembros de Los Gallegos, banda que se considera el brazo operativo del Tren de Aragua en Chile. Los imputados se enfrentan a cargos graves que incluyen secuestro, extorsión, trata de personas con fines de explotación sexual, infracciones a la ley de armas y homicidios.
La operación policial no estuvo exenta de sorpresas, ya que durante la mañana de este jueves, al menos cuatro tribunales de distintas regiones del país fueron evacuados por avisos de bomba, entre ellos Arica, donde se llevó a cabo el megaoperativo.
Chile ha experimentado un aumento preocupante de la delincuencia en los últimos años, lo que ha llevado a la tasa de homicidios a crecer desde los 4,5 por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,7 en 2022. A pesar de que Chile sigue siendo uno de los países más seguros del continente, la sensación de inseguridad no deja de crecer entre la población y el crimen se ha convertido en la mayor preocupación ciudadana, por encima de la economía.
En definitiva, este megaoperativo es una clara señal de que las autoridades chilenas están decididas a combatir el crimen organizado y a garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Sin embargo, el camino no será fácil, ya que las bandas criminales siguen extendiendo sus tentáculos en el país y representan una amenaza real para la tranquilidad y la seguridad de los chilenos.