CATALUÑA EN ESTADO DE TERROR: DOS POLICÍAS NACIONALES HERIDOS DE GRAVEDAD DURANTE UNA PROTESTA EN BARCELONA DECLARAN COMO VÍCTIMAS DE TERRORISMO.
La situación en Cataluña es cada vez más alarmante Dos policías nacionales, víctimas de una violenta protesta en Barcelona atribuida a la plataforma independentista Tsunami Democràtic, declararon este martes en la Audiencia Nacional, confesando su temor a perder la vida y considerándose víctimas del terrorismo.
El abogado José María Fuster-Fabra, del despacho Fuster-Fabra Abogados, habló con los periodistas después de la declaración de los dos policías como testigos-perjudicados ante Joaquín Gadea, juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6, donde se investiga a la plataforma independentista por presunto terrorismo.
Los agentes relataron una situación de violencia extrema orquestada por grupos organizados que reunieron a entre 2.500 y 3.000 personas, arrojando baldosas, adoquines, bolas de petanca y otros materiales peligrosos. Aunque no especificaron si creían que los violentos estaban directamente vinculados con Tsunami Democràtic u otra organización, las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press afirmaron que la protesta tuvo lugar en la plaza de Urquinaona y Vía Laietana de Barcelona, a los pocos días de la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a los líderes del proceso independentista catalán enjuiciados.
Uno de los agentes, ahora jubilado debido a las heridas sufridas, destacó que los grupos violentos tenían la clara intención de causar la máxima cantidad de daño posible, y temían que hubiera víctimas mortales. Además, los policías describieron una situación de caos total, con manifestantes que parecían tener información sobre los movimientos de las unidades antidisturbios.
Después de comparecer ante el juez, uno de los agentes declaró a los medios que confiaba plenamente en la Justicia y solo deseaba que las consecuencias de su terrible experiencia fueran debidamente reconocidas. El policía sufrió una fractura abierta en el brazo debido a un adoquín lanzado desde un edificio y, como resultado, ha tenido que someterse a dos cirugías. A pesar de su retiro, sigue lidiando con las secuelas psicológicas del ataque, incluyendo estrés postraumático.
Es hora de que el gobierno español tome medidas decisivas para enfrentar el terrorismo en Cataluña y garantizar la seguridad de sus ciudadanos. No podemos permitir que el odio y la violencia continúen sembrando el caos en nuestras calles